Los 7 cielos de la espiritualidad

martes, febrero 13, 2007

Un hombre en oración

"UN HOMBRE EN ORACION "

(Volumen N° 2 de "Los siete cielos de la espiritualidad" )



"Un hombre en oración" contiene reflexiones sobre espiritualidad; sobre la oración y revelaciones hechas en momentos muy especiales de mi vida.
Curiosamente,después de concluir el manuscrito, me comenzaron a suceder extraños acontecimientos de gran aprovechamiento espiritual y de plenitud interior.
Por ello, y en razón de querer compartir con mis hermanos/ nas en Cristo estas bendiciones espirituales, entrego el manuscrito para su divulgación.


¡Bendito sea el Señor Jesucristo,alabado y glorificado por siempre sea!

Bendiciones para todos mis hermanos/nas en el Señor

Eduardo


(Aclaro que en esta publicación sólo se muestran fragmentos de algunos capítulos del libro.)





"La experiencia"


Si yo tengo una experiencia directa del Señor Jesús, ocurre un portento.
Si esa experiencia se realiza de acuerdo a las enseñanzas de una iglesia en particular,ocurre un acto de acatamiento.
En el primer caso, hay iluminación, en el segundo aceptación de autoridad.


Para que se dé la primera opción, o sea la iluminación personal, no debe existir el temor y la confianza debe ser ilimitada.
Esto es casi imposible para la mayoría de nosotros.


El que teme al Señor Jesús no lo ama con verdadero amor y no se regocija en Él.
Es así de claro y así de verdadero, digan lo que digan.
(Algunos lo reconocen ahora y otros más adelante.)
¿La experiencia personal con el Señor Jesús es el éxtasis?...
No lo sé...pero si sé que es algo asombroso que nos hace sentir un poder que conmociona tan profundamente nuestra espiritualidad, que todo temor y toda duda desaparecen para siempre.


"Hijos del Reino"
(fragmento)


La oración siembra pero no siempre se nos da la cosecha.
Dios manifiesta Su Voluntad de muchas formas y maneras pero todas están inspiradas en Su Amor.
Así ser fieles al Señor es voluntad del Padre y la fe su don.
Ser capaces de amar es voluntad del Señor y la caridad su consecuencia.
La misericordia es voluntad del Señor y la bondad espiritual su manifestación.




"Languidece el día"
(fragmento)


"Languidece el día.
El monje tiene visiones.
Ël ve lo que no se puede nombrar;
ve la Santidad de Él;
ve lo que ninguna lengua puede describir;
el monje siente en su boca un tizón de fuego;
llora con breves estremecimientos de su cuerpo y ve su propia imagen rodeada de luz;

ve la figura de un hombre magnífico con un cetro en la mano y el globo del mundo
y en aparente perfección lo ve y en aspecto regio y majestuoso.


¿Delira el monje?
Gotas de sudor mezcladas con lágrimas, bañan su rostro conmovido,
¡clama el monje! ¡clama por el discernimiento!


Él se ha disciplinado con el ayuno y la oración,
sabe que algunos demonios sólo pueden ser vencidos por estas armas,
ha cerrado los ojos a las tentaciones de este mundo y
tiembla como un prisionero en jaula de barrotes;
sólo tiene voluntad para el cumplimiento de su disciplina espiritual
fatigando sus manos en las labores campesinas pero más los labios por la plegaria
continua.
Es firme en sus resoluciones y ruega por la humildad.


El monje acepta su pasado de pecado y al aceptarlo lo transforma en materia buena para su evolución espiritual, así que su corazón no tiembla por sus pasadas faltas ni se inquieta.
Permanece en su celda que no es celda de prisión sino de liberación,
silenciosamente trabaja y en apariencia no hace nada, pero todo en él es ebullición y fervorosa entrega...



La venganza de la Serpiente del Paraíso"
(fragmento)



(La primera parte de estos Cantos de la Sepiente del Paraíso, se publicó en el libro "Reflexiones sobre lo inefable", primer volumen de "Los siete cielos de la espiritualidad".)



"Después de la maldición, la serpiente del Paraíso volvió al desierto y convocó a consejo y llamó a todos los exaltados y les disertó discurso sobre las maldades y las guerras que desataría contra el Señor y su Creación.


Dió el conocimiento secreto y leyó escrituras que hablan de ritos antiguos y de los hijos de la noche, pero también de la sabiduría y su verdadero significado.

Y se llamó a sí misma madre de todo desorden, maldad y engaño
y se vistió y se enjoyó de manera deslumbrante para tener poder sobre pueblos, señores y reyes.

Y prometió que sería llamada con todos los nombre: Anat Jahu, Sofía, Blekta, Florinda y Lilito;pero también Shaytán y Angra Mainyu;
y prometió que sería poderosa en astucias y que se alzaría orgullosa sobre toda
montaña,bosque y llanura.


Y ahora la serpiente ya no es una sino dos,
y una es la serpiente primera y la otra su gemelo varón
y ninguna es sin la otra y ninguna es en complitud por sí misma...




"Busco al Señor Jesús"
(fragmento)


Busco al Señor Jesús según la luz que se me da en cada día;
lo busco según lo que Él provoca en mí;
lo busco sin facilitarme nada;
lo busco aunque hoy me parezca una búsqueda más desesperanzada;
lo busco creyendo que voy a vivir un momento de gran exaltación espiritual
que no vivo;
lo busco con excesivo celo, como si eso fuera lo mejor;
lo busco creando un momento adecuado, pero sin resultados;
lo busco agitado,abandonado a las solicitaciones del mundo exterior,
desordenada la cabeza,
indóciles los pensamientos;
lo busco en las profundidades de mi corazón,en mi propio abismo.



Busco al Señor Jesús en las pasiones y los desafueros del alma;
lo busco creando imágenes beatíficas y llenas de candor
y lo único que consigo es reírme de mí mismo;
lo busco en el silencio porque me parece lo adecuado y mejor
pero entonces una bullanguería de voces asordinadas no me deja en paz.


Lo busco en la oscuridad de la noche, en el manto luminoso de las estrellas;
en los ritos de antiguas ceremonias secretas,
en los tratados religiosos y en las teologías;
lo busco en los desafíos que la vida me impone
y en las razones que me doy para aceptar esos desafíos.


Busco al Señor Jesús entre los que confiesan su fe pero sólo encuentro tibieza,debilidad, temor, y lo que es peor, encuentro a los que quieren "sentarse a la derecha y a la izquierda del Trono del Señor."

Y a veces lo busco en las pequeñas cosas que dan sentido a mi vida: una conversación amistosa;un fuerte abrazo; una comida compartida;una debilidad sobre la que he vencido; un gesto de amor que me permito, la renuncia a cierta comodidad.

Y allí encuentro al Señor Jesús.


LA VIRGEN MARIA


Al comienzo el amor por la Virgen fue sin saber por qué...
Ella me dió disponibilidad primero y generosidad después.
Me dió las primeras luces.
Para que pudiera reconocer y aceptar al Señor Jesús.
Yo era un niño solitario; un niño del silencio y el rechazo;un niño lleno de miedos, un descastado en el mundo que me rodeaba.


María fue mi apoyo y refugio.
Yo veía a la Virgen cubierta con un manto azul, un color asombrosamente azul y llena de constelaciones.
Y su mirada era extraordinaria pues en realidad me miraba.
Y nadie lo creía.
En ocasiones,bajo las sombras del anochecer, el azul precioso de su manto se ocultaba
y sólo podía vislumbrar las estrellas que lo adornaban dispuestas,según creía entonces, al puro juego del azar.

Después, con el paso apresurado del tiempo, me hice hombre y enseguida viejo.
Por años perdí a la Guadalupana,¡ oh, dolor del alma!,
por años la perdí pero un día volví a encontrarla en la Basílica de las gárgolas y la cruz que se desplomó.
Y su mirada era la misma y vestía el azul y las estrellas y el lazo en su cintura de embarazada.

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