Los 7 cielos de la espiritualidad

lunes, febrero 05, 2024

Divagaciones durante la pandemia

Divagaciones durante la pandemia

 Pensaba que todo debía tener un objetivo, un final exitoso, un resultado que me llenara de orgullo.

Cada uno forja sus propios sueños que alienta la esperanza.

¿Alguien dijo que el hombre es víctima de las circunstancias y  no puede impedir que sobre su destino obren fuerzas misteriosas? ; me siento vacío y envuelto en tinieblas; tiemblan mis carnes y se agita mi respiración, las emociones me dominan por completo.

¿Sólo a través del dolor se encuentra  a Dios?

¿Este cuerpo es un recipiente de carne, huesos, líquidos; la tumba es su última morada o es verdad que transcurrido un tiempo reencarna en un conejo, un mono, una rana?

Cierro los ojos y me quedo en silencio

Tal vez  deberíamos intentar  “dar el salto cuántico que requiere romper los límites de la realidad objetiva”, como expresa Joe Dispenza en su  interesante libro” Deja de ser tú”.

Entonces...

Subir y bajar repetidamente  las escaleras; no iremos a ningún sitio pero, tal vez, el corazón se agite con este ejercicio.

Seleccionar objetos de los placares para arrojarlos a la basura, arrepentirse y  nuevamente volverlos a colocar donde estaban; mientras dure este tiempo de locos da lo mismo.

Proyectar algo para el día siguiente y luego no cumplirlo. Así fue toda mi existencia.

Vivir en soledad...no tengo nada que perder.

Algo que puedo hacer es  cambiar cada día el sonido de mi voz y si me miro en el espejo puedo ver mi rostro sonriendo porque estoy vivo,  tengo comida en mi plato, amigos para compartir, un sol que me abriga, una canción en el corazón.

Todo un mundo de palabras me  excita; mejor me siento a la sombra del sauce y descanso.

La presencia de una mariposa  me hace compañía y su soledad y la mía acaban en silencio.

Transformarme según las generales de la ley; seleccionar lo mejor, cortarlo con un cuchillo, alguna

falta de ortografía y seguir cocinando este guisado.

Control, no perder el control. Pasar el  mouse sobre las coordenadas; tres  letras son suficientes:  S.C.A.

Serenidad, claridad, armonía.Somos energía, todo es energía, el universo es energía, “todo lo físico no se compone de materia, sino de campos energéticos o de patrones de frecuencia e información. La materia es más <<nada>> ( energía) que <<algo >>( partículas)”( Joe Dispenza: “ Deja de ser tú”- pag36)

Desapego, iluminación.

Para la caña de bambú un instante de luz evoca su idílica existencia.

Nostalgia, la búsqueda de lo inútil; este desgranar de ideas es consecuencia de la pandemia que me  deja

vacío, desanimado...pero dentro de mi zona de confort.

Cada día vivo una pequeña aventura encerrado en el comedor de mi casa; al creerme un monje ermitaño

me divierto un poco; subo las escaleras que conducen a la planta superior pero imagino que escalo una

montaña;  al mirar por el amplio ventanal que da al jardín escucho el croar de ranas y el canto de

pájaros que anuncian la llegada de la primavera.

En realidad estamos en otoño y lo único que se escucha son las bocinas de los automóviles  y el rugido

de motos y camiones por la avenida Cabildo.

Rotar las muñecas, girar la cabeza, agitar los brazos como si estuviéramos bailando salsa; un muñeco estúpido, un robot apenas ensamblado me saluda agitando la mano.

En la puerta de la Iglesia de la Inmaculada Concepción de Belgrano,  una  señora que se apoya en un bastón, vestida de rojo y con un pequeño sombrero en forma de cacerola, estira la mano para dar  limosna al anciano sentado en la escalinata que agradece con una dulce sonrisa.

El sol se oculta lentamente detrás del edificio y una suave música de órgano  que proviene del interior  del templo alimenta la paz del corazón.

Maduro o inmaduro, da lo mismo; la vida es una burla y nosotros piezas de un teatro cósmico.

Leer libros, perderse en fantasías soñando que algún día encontraré un tesoro que resolverá todos mis problemas; escribir un ensayo que me haga famoso o llegar a ser un poeta reconocido, me da lo mismo; como dije, somos marionetas en este teatro planetario bueno para pasar unos años y  nada más.

Ser un sabelotodo, esto es: un científico que formule extrañas teorías sobre el origen del universo; en el jardín de la plaza  músicos improvisados ejecutan brillantes ritmos de jazz.

Existe una materia prima que afecta a todos los fenómenos; el  principio de la vida ocurrió  en los océanos primordiales...¿sucedió así?, se dice que un estudio realizado por la NASA reveló como se  integraron en el fondo de los océanos los elementos necesarios  para engendrar la vida.

Según ese informe  existían las fuentes hidrotermales o respiraderos hidrotermales que son como chimeneas naturales que albergan todo tipo de vida en el océano y que actúan como viveros de aminoácidos que son compuestos orgánicos esenciales para la formación de la vida.

“Encontradas alrededor de las grietas en el fondo marino, los respiraderos hidrotermales que se hallan alrededor de las grietas en el fondo marino, liberan el fluido calentado debajo de la corteza terrestre.

Cuando estas chimeneas interactúan con el agua de mar que las rodea, crean un entorno en constante cambio necesario para la evolución de la vida”:  (https:/www.milenio.com)

“Se supone que la vida  comenzó hace unos 3800 millones de años, sólo 700 millones de años después de la formación de nuestro planeta.

 En el gran laboratorio de química que era la tierra primitiva se sintetizaron las primeras moléculas orgánicas que fueron organizándose progresivamente para formar otras más largas y complejas.

Consideramos que esas células primitivas fueron los primeros seres vivos, pues tenían la capacidad para  automantenerse y autorreproducirse.” (https://www.lavanguardia.com/ciencia/planeta-tierra )

Pero también está la teoría de la actividad eléctrica que sostiene que “ las corrientes eléctricas pueden producir aminoácidos simples y azúcares, a partir de distintos compuestos químicos también simples que se encuentran en la atmósfera”.

Entonces los rayos, al entrar en contacto con los elementos propios de la atmósfera terrestre pueden haber originados las primeras formas básicas de la vida.

Y siguiendo con el tema podemos analizar la teoría de la panspermia que propone que la vida en el planeta tierra comenzó a partir de “ rocas, meteoritos y restos de material cósmico que han impactado nuestro planeta desde sus primeros momentos de existencia”.

Tres teorías más intentan explicar el origen de la vida en nuestro planeta: la teoría del RNA (  de las proteínas): “ el ácido ribonucleico es el compuesto que actualmente se considera crucial en la organización y expresión de nuestro material genético.

La teoría de la generación de la vida que se explica a través del RNA, dice  que la vida ocurrió por un brote espontáneo de RNA en nuestro planeta”.

Y la teoría de la génesis por debajo del barro propone que la vida evolucionó a partir de la concentración de barro que pudo servir como  algo parecido a un caldo de cultivo para los componentes necesarios para generar el ADN y el R

 Neil Degrasse Tyson dijo: “el Universo no tiene la obligación de tener sentido para ti”.

¿Y para quién entonces?

 Este es “mi” universo, conformado por miles de millones de galaxias donde nuestra querida Vía Láctea gira a una velocidad de 960.000 kilómetros por hora...¡por Dios!

Las galaxias se están alejando unas de otras- esto ha sido comprobado científicamente-, y podría ocurrir que este alejamiento podría detenerse algún día “ y entonces las galaxias volverían a concentrarse eventualmente en un punto mediante un fenómeno conocido como Big Crunch, o gran contracción que significaría el fin de todo lo existente”. ( https: //www.analitica.com )

Recuerdo que Lucrecio dijo que “ el mundo ha persistido durante muchos años tras haber sido puesto en marcha con movimientos apropiados”.

“Dios creó el mundo, la ciencia muestra el camino que siguió”  ( José C. Pena :“Dios y Darwin”. pag 246)

                                                                Una laguna...

Una laguna y una historia de extrañas apariciones para contar.

Los íconos de una iglesia ortodoxa se escapan del altar.

La cabeza descubierta.

Rotar las muñecas.

En el aire se huele a goma recalentada, a aceite quemado; toda la avenida Cabildo parece respirar un calor húmedo y pesado obligándonos a soportar estas molestias más allá de nuestros propios deseos perdiendo toda ambición.

Por momentos la avenida parece un mar de aceite de un gris opaco.

¡Qué largas se hacen las horas sin nada para distraernos!

Automóviles, ómnibus, camiones, furgonetas , motos y hasta una ambulancia transitan como persiguiendo un destino que los lleva más allá  de la rutina diaria.

Las reglas obligadas del diario vivir: barbijos, distanciamiento social y mucho alcohol en las manos; protocolo lo llaman...

 Camino hasta la ferretería de doña Josefa y pienso: ¿qué nos depara el futuro?

El planeta tierra; las estrellas; el sistema solar; el bossón de Higgs, el gran colisionador de hadrones,

todo esto muy bien estudiado, investigado y explicado en volúmenes y volúmenes que llenan bibliotecas con los nombres de los científicos más famosos del mundo.

¿ Nadie  se preocupa por  una guerra nuclear?

En cualquier momento, incluso durante esta pandemia, algún loco presidiendo un país del norte, del sur, del este o del oeste, podría desatar una tercera guerra mundial y todo...¡bummmmm! ...a la mierda, con la pandemia, el protocolo, el  barbijo,  el alcohol  y  lo demás.

Me acaricio el brazo, algo armado con tres huesos: húmero, radio y cúbito.

Rotar la muñeca, armada de ocho huesos: pisiforme, piramidal, semilunar, ganchoso, grande, escafoide, trapezoide y trapecio.

Al menos esto es lo que recuerdo de las clases de anatomía de la escuela secundaria.

Mi escuela secundaria: Escuela Normal Superior de Maestros “ Juan Pascual Pringles”, orgullo de la querida San Luis de los años 40; concurríamos con uniforme gris, camisa blanca y corbata negra...¿qué tal?

Los chicos del Colegio Nacional, nuestros “rivales”, nos llamaban “los burros pardos”...jajajaja.

Entre las curiosidades de esa época  les cuento que para los festejos del 25 de Mayo se realizaba un desfile de carrozas alegóricas  con antorchas; la Patria, representada siempre por una hermosa jovencita de cabellos negros- elegida entre las alumnas de la Escuela Normal de Maestras Paula Dominguez de Basán-, se “entronizaba” en lo alto de la carroza sujeta más o menos bien según la habilidad de los “constructores” del artefacto montado sobre un camión.

Pues bien, rodeando el vehículo y con antorchas encendidas los alumnos de la Escuela Normal Superior  de Maestros Juan P. Pringles , conscientes de la envidia de los chicos del Colegio Nacional, desfilaban frente al numeroso público presente.

¡Como para no estar orgullosos de pertenecer a la querida escuela que recordaba con su nombre al héroe de la gesta sanmartiniana!

Pero...no...no nací en San Luis; nací en Santa Fe en 1935 pero por cuestiones de trabajo, trasladaron a mi padre a San Luis en el año 1940 como jefe electricista de la Unión Telefónica como se denominaba en aquellos años  la empresa de teléfonos.

 En una tarde fresca de verano mi padre José Inocencio, ex boxeador en su juventud; mi madre  Ofelia Zulema,  profesora de piano, mi hermana Beatriz con tres años y yo, el niñito Eduardo con cinco años, arribamos a  una ciudad que era un poco más que un pueblito.

Viviríamos  en la casa que la empresa que empleaba a mi padre  le cedía; una casa situada en los fondos del edificio principal con parrales; la casa donde casi pierdo la vida jugando con mi hermanita en la sala de la gran dínamo; la casa en la que tuve mi primer gato que llamé Milonga y que murió al caerse por una escalera.

Pero vamos...¿no era que los gatos tienen siete vidas?

Continúo...esa casa  donde falleció  mi hermanito Jorge, el único puntano, a los tres meses de lo que llamaron en esa época “ muerte blanca”; la casa donde tuve mi primera relación sexual; la casa que soportó el terrible terremoto de San Juan en el año 1944; la casa ubicada en Belgrano entre Rivadavia y San Martín separada por unos metros del edificio del Banco de la Nación Argentina distante pocas cuadras de la Plaza Pringles, la plaza de la famosa “vuelta del perro”: los hombres paseando en un sentido y las jovencitas por el contrario, se cruzaban las miradas intencionadas...y así se armaban los noviazgos.

Las dependencias asignadas a nuestra familia contaban con un recibidor en la planta baja  donde se destacaba la presencia del piano Simmerman traído desde Santa Fe para las clases de piano que daría mi madre; dos dormitorios, cocina y baño y otro comedor más pequeño en la planta superior con un gran ventanal desde donde se divisaban las montañas que parecían estar al alcance de las manos y que fueron nuestras “guardianas” durante  los años de la niñez y  adolescencia.

El Simmerman sería mi primer piano con el que inicié los estudios en el Conservatorio Miceli dirigido por doña María Belia Villegas de Britos, una mujer encantadora que  supo despertar mi amor por el instrumento que sería el compañero de toda mi vida.

 

Viví en el edificio de la empresa de teléfonos hasta los veinte años ; el servicio militar me destinó a servir en la  Marina, abandoné entonces San Luis y fui a dar con mis huesos a Puerto Belgrano para iniciar un periodo de dos años  de vida militar.

Nunca olvidaré el consejo que nos dio un suboficial el primer día de entrenamiento.

Reunida toda la tropa con voz clara y resonante nos dijo: “ Las bolas las cuelgan afuera, en el alambrado, y cuando se vayan se las vuelven a colgar”.

Borges puro.

Concluido el servicio militar un inesperado ofrecimiento de trabajo en la ciudad de La Plata me llevó a ser profesor de música del Colegio San  Vicente de Paul echando por tierra mis planes de  estudiar piano en la Escuela de Música de Mendoza famosa por su calidad académica.

En la ciudad de los tilos viviría desde 1957 hasta 1990 dedicado a la enseñanza del piano como instrumento

pero con algunos episodios en los que abandonando  la docencia de la música, por vueltas de la vida, fui sucesivamente mozo de una cafetería; pianista de conjuntos musicales de bailables; empleado de la conocida joyería El Trust Joyero y Relojero , pianista  acompañante en la Escuela de Ballet del Teatro Argentino de La Plata y  finalmente técnico radiólogo de  un centro médico privado en la capital.

Volvería entonces, y ya instalado en la ciudad de Tigre, a mi antigua  vocación de profesor de música reiniciando la docencia con alumnos particulares, modalidad que proseguiría hasta 2020.

Mis propios recuerdos; la imaginación que viaja con nuestros sueños conectándonos con las voces que resuenan en el interior y nos cuentan historias.

Tres tentaciones: esperar, justificar, culpar al otro.

¿Quién soy?

Soy yo, el Eduardo que muchas veces simplemente es un tonto y otras veces, un irascible vejestorio.

Me gustaría poder poner en una misma línea mis pensamientos, mis emociones, mis sentimientos.

Pero eso rara vez ocurre.

Podemos cambiar, eso es cierto y el cambio comienza en el mismo momento de concebirlo.

Pero debemos creer con todas las fuerzas de nuestro intelecto y de nuestro corazón; recordemos que nada es “así”, todo está aconteciendo.

Modifiquemos nuestro entorno creando una realidad que no repita continuamente las mismas experiencias, los mismos errores, siempre buscando el lugar del confort.

Soy el dueño de mi cerebro; él participa  en todos los procesos de mi vida; cuando funciona bien yo la paso de suertes.

En estos meses de pandemia hemos sufrido toda clase de traumas: físicos, psicológicos, económicos, inundados  por pensamientos negativos e información contradictoria.

El miedo y la angustia han presidido más de una mesa y nuestros hogares se transformaron en cárceles inesperadas.

Y por supuesto...lo de siempre: esta pandemia es un castigo divino.

Pero...¿ es así realmente…?, ¿Dios castiga?

De inmediato nos viene a la cabeza el famoso diluvio. Y no olvidemos que del HIV se dijo también al comienzo que era un castigo divino.

Y otra cosa: ¿quién no ha escuchado alguna vez : “si te portas mal, Dios te va a castigar”?

Por otro lado: ¿Dios no es el Padre de toda la Creación?

Por lo tanto también el Todopoderoso debió crear  los virus y de ser así...¿ con qué fin?

Los científicos argumentan que el verdadero origen de esta pandemia se debe a la propia actividad humana y lo que provocó en la naturaleza, en el mundo de la política y de la economía

“Lo que nadie podía pensar se ha hecho realidad: la paralización de un día para otro de toda actividad económica a nivel mundial, excepto los servicios esenciales.

El mundo moderno estaba tan confiado en sus logros y avances tecnológicos y tan obsesionado con una economía de crecimiento ilimitado, que la actual pandemia del coronavirus ha sido un golpe brutal que ha dejado noqueado el sistema actual, con su ritmo vertiginoso de actividades empresariales y afluencia de personas de un lugar a otro del mundo”.  (Alfonso Ropero  Berzosa:“Los virus del Edén”-pág. 15- )      

¿Estos son los tiempos del Apocalipsis?

Sobre esto hay opiniones encontradas entre los miembros de las distintas iglesias “oficiales”.

¿Cuándo es oficial  una iglesia?

                                                                    Divagaciones sobre  Música

 

Sonido: el sonido es una onda de presión que comprime y rarifica el aire  trasmitiendo energía;

puede decirse también que es una “sensación producida en el  órgano del oído por el movimiento vibratorio de los cuerpos a través del aire.

Es el resultado de una vibración mecánica.  Al golpear un cuerpo sonoro, sus moléculas experimentan  un movimiento de ondulación o vibración.”

“La materia prima de la música es el sonido. El compositor organiza, escribe, estipula sonidos en ese diseño que es la partitura”. (Pompeyo Camps: “Comprensión y goce de la música”)

 

Los psicólogos John Sloboda y Patrik  Juslin, de la Universidad de Keele, nos dicen que “la base de nuestro comportamiento emocional es la capacidad de respuesta a situaciones que, de algún modo, nos sorprenden”.

Y agregan:” Parece que la música pone en marcha los mismos  mecanismo de asombro”. (Revista Muy Interesante- Junio de 2004-pág.20)

Sonidos...silencios...ruidos... ¿sólo eso es la música?

Los animales...¿disfrutan de la música?

Tuve un gato siamés al que llamé Yimmel y que siempre que tocaba en el piano obras de Juan Sebastián Bach venía y se echaba a mis pies con el inconveniente de  impedirme  utilizar los pedales del instrumento.

Al principio no me di cuenta pero después, hice la prueba de cambiar de compositor y tocaba, por ejemplo, Federico Chopin, el gato, despaciosamente se levantaba del piso y se dirigía...a donde le vinieran ganas.

Luego retomaba algún trozo de Bach y... el gato reaparecía.

¿Casualidad?...era lo que me decían mis amigos, pero nunca lo creí.

Algo en la estructura de la música de Bach hacía que el gato se movilizara hacia el instrumento.

La música: ¿ es importante para nuestra vida?

Casi nadie duda que al escuchar una bonita melodía nuestro estado de ánimo se modifica.

“ Una de las teorías más defendidas al respecto señala que la naturaleza humana dicta las condiciones que debe tener una secuencia de notas para que la interpretemos como una pieza musical”.(Jorge Alcalde: Cómo nos transforma la música”- Revista Muy Interesante- Junio de 2004) Pág 18)

La música no sólo afecta lo emocional sino que  ayuda a mejorar nuestro  estado de ánimo reduciendo  el estrés y mejorando la concentración y la memoria; pero no solo eso: también se ha demostrado que cuando escuchamos música el sistema inmunitario se regula, mejora la capacidad cognitiva y el estado emocional y se mejora la concentración y la memoria.

“ La psiconeuroendocrinóloga  e intérprete musical,  Daysy Fancourt, del Colegio Universitario de Londres, ha demostrado que cuando escuchamos o componemos música, así  como cuando tocamos un instrumento, se regula nuestro sistema inmunitario”.(Revista:Mente & Cerebro- Artículo: “El baile, un elixir para la vida”- Julia F. Christensen-N° 105-Diciembre 2020 )

Desdichadamente hay circunstancias que impiden el goce de la música y una de ellas es padecer amusia

o incapacidad para apreciar la música cualquiera sea su género, y la otra es sufrir de anhedonia musical específica por la cual la persona no siente placer al escuchar música.

 La amusia es un trastorno que impide reconocer sonidos o secuencias de sonidos musicales. O sea: incapacidad para reconocer un sujeto melódico o rítmico.

Existen distintos tipos de amusia:

Amusia motora: incapacidad para silbar o cantar una melodía o reconocer una secuencia rítmica a pesar de que el sentido del ritmo es una capacidad innata en los seres humanos.

Amusia perceptiva: incapacidad para reconocer sonidos.

Existe la amnesia musical: incapacidad para reconocer canciones familiares.

Apraxia musical: incapacidad para interpretar música.

Agrafia musical: incapacidad para escribir música en personas que sabían y podían manejar esta habilidad.

Alexia musical: incapacidad para leer música en personas que sabían hacerlo.

Amusia instrumental: incapacidad para tocar un instrumento musical.

Las personas que padecen de amusia pueden escuchar música pero no la  disfrutan ya que al no poder procesar la altura de los sonidos, los sujetos melódicos no tienen ningún sentido y por lo tanto no provocan ninguna reacción emocional.

En alguna amusias extremas la música puede volverse verdaderamente desagradable y hasta irritante.

 

                                                                      Finalmente

 

“Sólo existen dos días en el año en que no se puede hacer nada. Uno se llama ayer y otro mañana.

Por lo tanto hoy es el día ideal para amar, crecer, hacer y principalmente vivir”-(Dalai Lama)

Fuimos llamados a la existencia, y se nos dio la fe como donación de luz.

“No me digas lo que soñaste mientras duermes; dime lo que sueñas cuando estás despierto”-(Reb Noson )

 

                                                         Mi Ángel Guardián

 

Nithaiah, mi Ángel Guardián representa a la  dominación y la sabiduría.

Sostengo en mis hombros  el planeta Marte y en la Kabalá su Sefiroth es Jesed

No importa, me visto con ropas de color azul claro, me perfumo con ámbar y en la solapa una flor de cactus blanca; que no falte en algún dedo de la mano un anillo de diamante o un rubí o un topacio azul.

Nithaiah, el Ángel de la ley; por supuesto de leyes que armonizan los decretos divinos con el acontecer de la vida del hombre.

Mi Ángel Guardián me dice que si no respeto y asumo mi responsabilidad frente a las leyes humanas, mi vida dará encontronazos con la Voluntad y los designios del Creador.

Ahora bien, hay un aspecto que no es menos importante y es cómo me relaciono yo con la autoridad representada por mis padres, mis maestros, mis profesores, mis jefes, mis directores.

Creo que el estar bajo la protección de Nithaiah me capacita para lograr una buena adaptación en cualquier situación lo cual no quiere decir que acepte todo gustosamente.

No me siento amenazado por la persona que ejerce autoridad.

Por estar bajo la protección de este Ángel , debería ser una persona tolerante y tranquila.

Y además compasiva…

Se dice que las personas que están bajo la protección de Nithaiah son generosas y gustan de ayudar a los demás.

Si invocamos a este ángel guardián podemos obtener una mejor estabilidad psicológica que nos permita enfrentar los problemas de la vida diaria  con serenidad.

En un antiguo grimorio que estaba en la biblioteca de mi abuelo paterno descubrí una Oración para ponerse en contacto con Nithaiah; suelo decirla en ocasiones cuando me siento un poco “fuera de foco”… me hace bien.

Tolerancia, altruismo, generosidad, serenidad…

Simplemente...Nithaiah, mi ángel protector.