Los 7 cielos de la espiritualidad

lunes, noviembre 23, 2020

LAS LAMENTACIONES DE JUDAS


Y otros escritos



A modo de prólogo



Si bien no se hace referencia explícita a la figura del discípulo del Señor Jesucristo, las “Lamentaciones de Judas” identifican al Judas bíblico por todos conocido aunque en este caso se trata de un hombre atormentado, neurótico, sumergido en continuas reflexiones sobre su vida, interrogándose obsesivamente por el significado de su misión; sus creencias, sus relaciones con el Todopoderoso, la vida y la muerte.

Es fácil advertir en las “Lamentaciones de Judas” la influencia de “El Evangelio de Judas,” un controvertido documento encontrado en una cueva de Egipto, que narra una historia alternativa a la de los documentos oficiales de la Iglesia Católica, presentando un Judas que lejos de ser un villano y traidor, resulta ser el hombre destinado a dar cumplimiento a la voluntad del propio Jesucristo de ser entregado a las autoridades de Roma.



Redactado en la época en la que los primeros cristianos intentaban profundizar en el conocimiento de quién era Él y de cómo llevaría a cabo su misión redentora, “El Evangelio de Judas”, escrito en copto sahídico sobre papiro, forma parte del llamado Códice Tchacos descubierto a finales de la década de 1970 y que incluye además una Carta de Pedro a Felipe ( con un texto bastante parecido al del tercer libro del Códice VIII de la biblioteca de Nag Hammadi); un texto de Santiago( también conocido por el tercer libro del Códice V de la misma biblioteca) y el Libro de los Alógenes llamado así por el equipo de los editores del códice, pero que no tendría relación con el tercer libro del Códice XI de Nag Hammadi titulado Alógenes el Extranjero.

La primera vez que se menciona el Evangelio de Judas es en la obra de Ireneo, obispo de Lugdunum, en la Galia (hoy día, Lyon, en Francia) uno de los principales críticos y refutador de las herejías que, según su ortodoxia, envenenaban la espiritualidad cristiana de entonces.

“En los cinco tomos de la refutación de Ireneo a los gnósticos, se condenan sus creencias por ser irremediablemente contradictorias, ridículamente detalladas y contrarias a las enseñanzas de los propios apóstoles de Jesús. Algunas veces Ireneo citó algunos textos gnósticos para ridiculizarlos cotejándolos con las escrituras aceptadas por la iglesia de manera general.”(1)

En el Evangelio de Judas, éste es presentado como el único discípulo del Señor Jesucristo que conoce la verdadera identidad del Maestro; de ahí sus palabras: “Sé quién eres y de dónde vienes. Tú perteneces al reino inmortal de Barbelo. Y yo no soy digno de pronunciar el nombre de quien te ha enviado.”

La copia que actualmente poseemos del Evangelio de Judas, corresponde a finales del siglo III, o sea unos 250 años después de la muerte del Señor Jesucristo.



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Sin duda es una expresión temprana de una espiritualidad que daba gran importancia a la gnosis, al conocimiento de Dios y a la unicidad de su naturaleza, pero no sabemos quién fue su autor ni se posee información sobre si pudo ser redactado por alguna de las sectas cristianas de la época.

El gnosticismo restaba importancia a la fe y apoyaba su autoridad en la adquisición de un conocimiento especial que revelaba la verdad a las conciencias iluminadas.

Las raíces de las tradiciones gnósticas se remontarían a “los círculos filosóficos y gnósticos judíos abiertos a las ideas grecorromanas.”(2)

El “Evangelio de Judas” comienza diciendo: “Crónica secreta de la revelación hecha por Jesús en conversación con Judas Iscariote durante una semana tres días antes de celebrar la Pascua.”

En el Nuevo Testamento Judas sufre dos horribles muertes aunque diferentes: en el Evangelio de Mateo, después de la traición, Judas se ahorca: “Y arrojando las piezas de plata, salió y fue y se ahorcó”( Mateo:27 -5); en el libro de los Hechos de los Apóstoles, cayó de cabeza y sus vísceras se desparramaron: “Este, pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad y todas sus entrañas se derramaron.” (Hechos: 1-18)


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El Judas de las “Lamentaciones de Judas” en cambio, no muere sino que se retira a un monasterio de hombres santos que lo reciben en sus últimos días, lo cuidan y protegen.

La duda, el remordimiento, la soledad, pero también la necesidad de hallar paz en su corazón y un rayo de esperanza, ponen en boca de este Judas, palabras que desnudan un alma contradictoria casi al borde del delirio y la locura.

La vida de este hombre, no importa cual historia aceptemos, siempre nos conmueve por su intenso dramatismo y terrible final.

Como bien dice Marvin Meyer: “A diferencia de los otros apóstoles, que malinterpretan a Jesús y no pueden sostener su mirada, Judas comprende quién es Jesús, asume su papel frente a Él y aprende de Él.

Finalmente Judas traiciona a Jesús, pero lo hace de manera muy consciente y porque Jesús se lo pide abiertamente.”

Judas es un hombre marcado por el dolor y el desprecio, la maldad, la intolerancia y la soberbia; y será, justamente por el dolor que encontrará finalmente el sentido de su vida y la aceptación de la cruz que le tocó cargar por amor a su Maestro.

El libro sobre las “Las Lamentaciones de Judas” se completa con otros capítulos referidos a distintos aspectos de la vida espiritual siempre dentro de un contexto que no pretende sustentarse en la doctrina oficial de la Iglesia Católica ni en su teología.


E.C.


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FUE EN EL SILENCIO MÁS PROFUNDO


Fue en el silencio más profundo cuando se dio el Principio, Voluntad y Plenitud de Dios.

Y Dios permanecía en Silencio y el Silencio era Dios- aún no había sido dada la Palabra- y el Silencio contenía toda la Sabiduría y todo el poder, porque aun en el silencio Dios obra, y todo estaba en Él que era Uno.



Y el Silencio de Dios era bueno pues preparaba la Palabra, que es una sola: el Verbo.

Y Dios estaba en su Santidad y en su propia Casa estaba y el Espíritu moraba en una dimensión de eternidad y Dios era idéntico a sí mismo y en su Gloria y en su Esplendor reinaba pues Él es “Conocimiento y Perfección.”



Y la faz de Dios resplandecía de Gloria y el Silencio de Dios era aterrador.

Y la Palabra estaba como semilla fértil y nada tenía existencia y no había “ni materia, ni sustancia ni ausencia de sustancia, ni sencillez, ni imposibilidad de composición, ni inconcebibilidad o imperceptibilidad.” (3)


Y Dios lo contenía todo porque en Él “nada cambia ni aumenta ni disminuye,” (4) y lo que estaba por ser ya se gloriaba y toda luz estaba en Dios y “no había ningún género de luz que no estuviera en Él;”(5)

“¿qué hay antes del Uno que tú puedes contar?”(6)


Y Dios se retiró en Sí mismo para dar lugar a la creación y desde la eternidad del silencio pronunció el sonido primero como soplo de vida y Palabra Matriz.

Y la creación fue Luz y la Luz de Dios estalló en mil fragmentos y cada uno a su vez en otros mil hasta completar el universo y los mundos que lo habitarían.

Y selló el abajo y selló el arriba y la derecha y la izquierda y creó Ángeles, Arcángeles, Príncipes, Potestades, Virtudes, Dominaciones, Tronos, Querubines y Serafines para que le sirvieran y alabaran.


Así el universo comenzó a funcionar por medio de leyes espirituales emanadas de la voluntad de Dios, pues voluntad y amor de Dios se dieron contemporáneamente para justificación de todo lo por venir.

Y Dios puso en labios de los hombres los diversos alfabetos para que pudieran inventar los lenguajes del entendimiento; y les dio voz y puso fuerza en sus pulmones y colocó la lengua y el freno de los dientes para que no pronunciaran palabras contra sus leyes y estatutos.

Más el hombre se reveló, desobedeció a Dios y entonces el dolor y la discordia, el temor, la vanidad, la mentira, el juramento y la muerte entraron en el mundo.

Pero el amor también.


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DISCURSO DE JUDAS ANTE LOS APÓSTOLES



Hermanos apóstoles: Yo Judas, discípulo del Señor Jesucristo y vuestro hermano en la gracia, les hablo de este modo:


Estoy dolorido y desilusionado.

¡Cuánto sufrimiento y opresión del alma!

¿Hasta cuándo durará este abatimiento del corazón?

Se han dicho cosas horribles de mí... ¡me han llamado malvado y demonio, un hombre vil; sé que no me creéis, pero ante vosotros está el protagonista de un “drama de dimensiones cósmicas.”(7)

No murmuréis y no hagáis gestos de desaprobación, ¡os estoy diciendo la verdad!

He hecho penitencia, ¿no me creéis?...¡ oídlo bien: ¡ he hecho penitencia, me he juzgado con severidad hasta caer en la desesperación ¡

Pero sé que no es el sufrimiento lo que llevará paz a mi corazón y consuelo a mi alma atormentada.

Hermanos: les digo como Job: “¿Cómo puede un hombre justificarse ante Dios?”(Job: 9 -2)

A mí me cayó en suerte ser aquel que diera cumplimiento a lo que estaba escrito: “Hasta mi amigo más íntimo, en quien yo confiaba, el que comió mi pan, se puso contra mí.” ( Salmo 41: 10 )

Sabedlo: no he sido un intruso entre vosotros, ¿acaso no fui llamado uno de los Doce; no fui elegido por Él y señalado para ser su discípulo?

El Señor me amó igual que a vosotros; nunca me trató mal ni me alejó de Él ni me privó de su palabra pues era oveja de su rebaño y Él me cuidaba y protegía.

¿No estuvimos con el pueblo que escuchaba sus enseñanzas en las sinagogas y en las plazas; a orillas del mar o junto a las frondas? Entonces la voz del Maestro sonaba clara y firme con la fuerza y convicción de quien enseña con autoridad.



Recordad cuando dijo: “Quien esté conmigo y escuche mi palabra también estará con el que me envió y recibirá su luz.”

En cierta ocasión, caminando hacia la casa de María Magdalena, el Señor se detuvo por un instante y mirándome a los ojos dijo:

“-Judas, si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.

Porque lo que yo enseño es para que tú vivas y así puedas llegar, como yo he llegado, a hacer la voluntad de mi Padre.”(8)

Luego agregó:

“-Aléjate de los otros y yo te diré los misterios del Reino, es posible para ti alcanzarlo pero deberás asumir un gran trato.”(9)


Algo ocurrió entonces, una conmoción del alma, una repentina iluminación espiritual que me permitió comprender “la sabiduría secreta de Dios.” (10)

Hermanos: se me pidió obedecer y aceptar… ¿no es ése el verdadero sentido del discipulado?

Recuerdo que cierta tarde de mucho calor, buscando refugio bajo la sombra de una higuera, a una pregunta mía el Señor Jesús respondió: “En una selva nacen muchos árboles de la misma especie; unos crecen demasiado y sobresalen de los otros; otros escasamente nacen, pero entre todos componen una selva.”(11)



Hermanos: debo deciros que he sido el más firme entre vosotros; recordad que no tuvisteis el valor suficiente para presentaros ante el Señor cuando requirió: “Que alguno de vosotros que sea lo bastante fuerte entre los seres humanos deje manifestarse al humano perfecto y se presente ante Mí.”(12)

Vosotros respondisteis: “Tenemos la fuerza”, (13) pero no os animasteis a poneros frente al Señor.

Yo no dudé y me presenté ante Él y me mantuve firme y decidido como un soldado en la batalla, aunque no pude sostener su mirada e incliné la cabeza.

Y el Maestro se sintió complacido por mi fortaleza y modestia.

Pero me pregunto: ¿acaso comprendí mejor que ustedes sus enseñanzas y el sentido de su misión?

No lo sé; responda vuestro corazón a la luz de la justicia y la misericordia.

¿Quién de vosotros hubiera aceptado marchar por el camino del silencio, el dolor, la sospecha, la injusticia, la maldad, sin poder hablar con la verdad ni encontrar el consuelo de una palabra amiga o el calor de un abrazo protector?

Tuve que callar, tuve que soportar negando mi dolor y mi angustia, aceptando la cruz que marcaría para siempre mi vida y mi destino.



Si vosotros me acusáis y condenáis, no temo enfrentaros con la verdad, pero sí temo el juicio del Eterno porque recuerdo lo que hizo con Dathán, Abirón y Coré y como “entreabierta la tierra los sumió en sus entrañas a causa de su desobediencia.” (14)

Alguien me había advertido:- Judas, vendrán tiempos en los que el Señor será traicionado segundo a segundo, palabra contra palabra, mentira sobre mentira.

Pero no fui yo quien traicionó.

Sabéis cómo terminó este drama; sabéis que cumplí con mi deber hasta las últimas consecuencias y sabéis que sobre mí cayó el oprobio, el odio y la mentira.

Ahora parto hacia el desierto... mis días han concluido.

“Ha llegado el momento de que yo busque mi camino y mi alma.” (15)



Ante vosotros debo morir.

Recogeos en la soledad y la oración para elegir con sabiduría a aquél que ocupará mi lugar; pero sabed que después que el Señor me reveló el conocimiento y el sentido de mi misión, me estrechó entre sus brazos y ambos lloramos largamente.

Al separarnos divisé a lo lejos a María Magdalena observándonos inmóvil con el rostro demudado.


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EXPOSICIÓN DEL SEÑOR JESÚS AL DISCÍPULO JUDAS



El Señor Jesús dijo a Judas: -“Recuerda Judas, que cuando yo me eleve de este mundo, el príncipe de este mundo será encadenado en ese mismo instante.”(16)

-¿Y cuándo sucederá eso, Señor? – preguntó Judas.

El Maestro guardó silencio. Luego prosiguió diciendo:

-Interrógate a ti mismo, descubre quién eres; busca en tu interior porque allí está la malignidad y está la bendición; está el aniquilamiento y está la redención.

En tu interior brilla la iluminación, “el despertar que libera de la ilusión;”(17) sé sincero contigo, elimina los pensamientos de temor que son los que te alejan de la posibilidad de crecer en el espíritu; levanta los ojos y admira el cielo estrellado.

Que tu corazón sea como ese cielo: bello y puro; no te agites con los asuntos del mundo; muchos creen ser dueños de la verdad y en su insolente arrogancia dicen conocer los misterios que no les fueron revelados.

¿Qué saben ellos sobre las “cosas escondidas en el silencio?”(18)



Vigila Judas, porque Satanás siempre está pronto para inspirar maldad y falsedad; él es “el príncipe de todos los demonios; la fuente de todo mal; acecha en el cuerpo y en el corazón de todos los hombres, poniéndose una vestimenta agradable tienta y seduce, promete gloria y renombre, sensualidad y fornicación, borrachera y atracón, vida desenfrenada, holgazanería y ocio.”(19)

-Señor- dijo el discípulo -Tú has hablado sobre los misterios del Reino pero también has dicho que pronto partirás... ¿significa eso que quedaremos abandonados a nuestras solas fuerzas ¿

Respondió el Señor Jesús:-Tú y tus hermanos deberéis aprender a caminar practicando lo que os he dicho y poniendo en mí toda vuestra confianza, “pues Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.”

-Maestro- sabes bien que he tratado de obrar según tus palabras; sabes de mi confianza en Ti y sabes de mi fidelidad… ¿no es eso suficiente?


-Necesitas también de la humildad y de la prudencia – respondió el Señor-, porque la humildad pone al corazón en disponibilidad para cumplir la voluntad del Espíritu que es Santo y la prudencia es virtud del que se sujeta a sí mismo.

Observa la naturaleza, Judas, porque ella es hija del Creador; observa las leyes armoniosas que la gobiernan, la fuerza de sus montañas, el esplendor de los bosques y la abundancia de los mares; observa los pájaros del cielo, los vientos que agitan las aguas que brindan generosa pesca; todo canta a la bondad y al amor del Padre Celestial pues “ Dios hizo la vida y todas las cosas vivas de tal modo que enseñasen al hombre por medio de la palabra siempre viva, las leyes del Dios verdadero.” (20)

Cuando os convoqué para revelaros los misterios del Reino, dudasteis de mí, ¿por qué? – preguntó el Señor.

-Maestro -respondió Judas-, no eras Tú al que veíamos sino a un niño sentado y sonriendo, ¿cómo podíamos creer en tus palabras?

-Así es, Judas, no me reconocisteis en esa forma porque “ningún descendiente de los que están entre vosotros me conocerá” (21) hasta que el Espíritu os ilumine; más ahora soy para vosotros una centella de Luz y una promesa de salvación.


-Entonces, Señor: ¿qué debo hacer? – preguntó Judas.

-Debes purificarte para que el poder entre en ti; no profanes tu cuerpo pues el espíritu habita en él; abre tus ojos y tus oídos al conocimiento que te revelaré; deberás cumplir con lo que te pida aun cuando ahora lo veas como un sacrificio extremo, pues grande será tu recompensa futura. Evita hablar de esto con tus hermanos y refúgiate en la oración y la templanza. El dinero ha sido tu tentación, la manera como Satanás incitó a tu corazón para que pecara, pero eso ya pasó.

Judas, debes despertar; arrepiéntete y procura reparar el daño que causaste; ahora lo verdaderamente importante es que te explique en qué consiste tu misión.

-Pero Señor, ¿de dónde sacaré las fuerzas necesarias para cumplir con lo que me pides?

-Grande es tu misión y, sin duda, superior a tus fuerzas, pero no debes temer, yo te asistiré y los ángeles cuidarán de ti; tendrás una visión sobre el futuro y no habrá error ni mala intención en tu conducta pues cumplirás con lo establecido. El jardín está, sólo debes plantar el árbol y cuidarlo con amor y constancia. En verdad te digo que tu estrella brillará más que las siete luminarias del cielo.

-¿Y qué clase de frutos dará este árbol que me pides que plante y cuide?

-Los frutos no los verás en esta vida, Judas, porque tu estirpe deberá morir para que nazca el hombre espiritual en el que te convertirás; así tu alma alcanzará la visión de los mundos celestiales. Tú no comprendes ahora estos misterios pero lo harás más adelante; tendrás una gran visión que te mostrará la Casa de los Santos donde sólo pueden entrar los que poseen la llave del Conocimiento y la Verdad.

- Señor, soy un pecador y una tristeza infinita envuelve mi corazón; siento que a cada instante me pierdo más y más - dijo Judas, con voz trémula.

- Es verdad, has errado muchas veces debido a tu impaciencia, a tu falta de perseverancia, a tu enfoque equivocado respecto a tus obligaciones, pero todo eso puede corregirse para que retornes por el buen camino – exclamó el Maestro, suavizando su rostro con una sonrisa bondadosa.

-No se cómo expresarte mi amor, Maestro, pero siento que tú puedes ver profundamente en el corazón de las personas, sin embargo ¿qué razones te llevaron a elegirme para esta misión?

-Judas: un hombre no puede comprender por qué mi Padre ha dispuesto las cosas de este modo pero ten presente que toda conducta es justificada por el amor a Él y al prójimo y ahora es necesario que suceda esto precisamente para el triunfo final del amor y la redención.


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El Señor se acercó a Judas y le habló al oído por un momento; nadie escuchó sus palabras ni pudo dar testimonio de ellas pero el rostro de Judas enmudeció de espanto y sus ojos se llenaron de lágrimas.

-¡Maestro!...yo...- intentó decir-, más el Señor no le permitió hablar y continuó explicando:

-Esta es tu misión, Judas, y este es el signo de tu destino; tú sacrificarás esta carne para la salvación y la redención de todos los humanos y para cumplir la voluntad de Él.

Quienes te rodean son las estrellas errantes; déjalos seguir sus rumbos, tú debes cumplir tu misión que consiste en entregar al Hijo del hombre.

Y recuerda que no caerá aquel cuya mano sujete el Señor.


Judas guardó silencio, sólo atinó a inclinar la cabeza y recostarla sobre el pecho del Señor; tal vez, en ese momento comprendió que su vida ya no le pertenecía, que era demasiado tarde para renunciar a todo.

Intentó decir algo, escuchar la voz de la razón, oponer al menos una débil resistencia a los argumentos del Maestro, pero sólo logró balbucear sonidos incomprensibles.

Nada dijo el Señor, permaneció silencioso junto al discípulo cuyo pecho se agitaba en suave llanto; sus manos acariciaron la cabeza de Judas mientras sus ojos húmedos por la tristeza observaban las últimas luces de la tarde que moría.

Cansado y hambriento al finalizar el día, el Maestro bajó la cabeza y suspiró profundamente.


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REFLEXIÓN 1



No todo se puede aprender; no todo se puede enseñar; el Conocimiento es poder; Dios dotó al hombre de la palabra para que pudiera ejercer su autoridad.

El Señor dijo: “Yo Soy el que Soy” ; sabios y doctores de la Ley han tratado de explicar lo inefable: “Yo Soy el que Soy.” Él es el que todo lo gobierna y el que todo lo conserva a través de su omnipotencia.


En el origen sólo hay Uno: el Santo Bendito, el que creó los 32 senderos de la sabiduría; el que pronuncia el Verbo y da contenido a todo sonido y forma; Él es Sabio, Inteligente, Gracioso, Fuerte, Bello, Glorioso, Triunfante, Misericordioso, Espíritu de todo número forma y obra;

“Santo es su Nombre;”( 22) la Palabra viste al que está desnudo, colma al que está vacío, reúne lo que está dividido.


Y la Palabra es como un huracán y como una espada de acero filoso y como un fuego que abraza porque es el Espíritu que mueve y conmueve.

Contemplar, alabar, adorar, servir desde lo profundo del corazón no aleja del mundo, sino que nos impulsa a ser más conscientes de las obligaciones y responsabilidades, en realidad, a ser más humanos.



El Señor es el tres y el siete y el doce; Él levantó murallas de aguas en el Mar Rojo y las murallas fueron sostenidas por ángeles y el Señor grabó en el corazón de los israelitas: “Ustedes son mi pueblo y a mí servirán.”



El pueblo de Dios alcanzó la tierra prometida y se hizo dueño del norte, del sur, del este, del oeste y de la leche y de la miel. El Creador realizó su obra en base a tres: el uno para el macho, el dos para la hembra y el tres para equilibrar la tríada y para que la simiente fructificara en el amor.

¡Hachem! ¡Hachem! Si Tú muestras tus palmas, la creación es bendecida; simplemente porque Tú la observas, la creación es bendecida y simplemente porque Tú respiras la creación es bendecida.



Al buscarte a Ti, el hombre encuentra senderos, puertas, estancias, cielos, hemisferios, cámaras, todo dispuesto para ofrecer el esplendor de la Sabiduría que comienza con el Amor.

Al cumplir los preceptos se aumenta la energía espiritual en todo el universo; la santidad embebe el alma del hombre y el resultado es que el universo glorifica a Dios.

Toda la creación fue hecha como ofrenda y como pacto de amor pero también para que el hombre asumiera su responsabilidad cuidándola y perfeccionán- dola en lo que fuera necesario; porque es en el trabajo personal donde se tiene ocasión de sacralizar “lo cotidiano por medio de la entrega y el servicio al otro, o sea: asumiendo la responsabilidad de usar los dones de Dios para bien del mundo.”(23)

Cada uno debe buscar en el interior de su corazón aquello que debe reparar, corregir, modificar y superar, en concordancia con el concepto de Tikkun Olam cumpliendo las acciones de la vida cotidiana que mejor contribuyan a la construcción de un mundo más justo.


Como dijo el sabio judío Rabí Tarfón: “No es tu obligación terminar todo el trabajo pero tampoco eres libre de sustraerte del mismo.”(24)

El desafío es conformar una sociedad de santidad, como dice el versículo: “Ustedes se santificarán y serán santos porque Yo Soy el Señor su Dios.”(Levítico: 20 :7)

La teshuvá es en realidad el proceso por el que retornamos a nuestra comunicación con Dios; lamentando sinceramente no haber cumplido con sus preceptos, pero proponiéndonos rectificar nuestra conducta con un acto de voluntad y firme resolución.

Como se dice en la espiritualidad hebrea: “La penitencia, la oración y la caridad alejan la severidad del decreto.”(Plegaria de la Alta Festividad)


No podemos amar a un Dios invisible; sólo podemos hacerlo practicando justicia y misericordia con el otro, con el hermano, con el prójimo. Se equivoca el que cree que en el camino del amor no cargará en algún momento con la cruz porque en el amor se implica la alegría, el dolor, la abundancia, la renuncia, la luz y la oscuridad.

Es fundamental que pidamos con constancia y fervor que el Espíritu Santo nos inspire, nos de fuerza y sabiduría; el hombre embriagado de amor se llena de energía divina, se vuelve agradable a la mirada de Él y es bendecido.


Nada le escasea a quien come de la viña del Señor; deleitoso son sus frutos y en complaciente amabilidad se regocija el alma.


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REFLEXIÓN 2



Una lengua de fuego que habla; una voz que resuena como una trompeta de bronce; un camino que sólo se recorre hasta la mitad; un círculo que se cierra sobre sí mismo.

Un gozo indescriptible, un estado de paz jamás vivido; “el alma a roto toda relación con los sentidos.”(25)

Los Ofanim mueven “el Carro que transporta a Dios hasta los límites del mundo material”; un misterio cubierto de ojos que guarda la sabiduría última y los secretos de todo lo relativo al mundo por venir.

En lengua de sabiduría hablan los seres angelicales que revelan misterios a los puros de corazón; ellos abren las puertas de la naturaleza y del universo y enseñan las leyes espirituales que permiten alcanzar la perfección y la santidad; por el camino va hacia la derecha lo que es de la izquierda y viceversa; como en una pesadilla pasan nuestras proyecciones inconscientes, puro temor, angustia, fantasmas de la psique que nos dejan vacíos, sin sustancia, sin significado. A veces, por un fugaz instante, una luz interior nos muestra el accionar del espíritu y entonces algunos comprenden que esta experiencia vivida en la propia carne y en la propia alma no tiene nada que ver “con teologías, suposiciones metafísicas y categorías filosóficas.”(26)


Debemos luchar continuamente para acceder al conocimiento que enseña a caminar por los senderos del Señor evitando lo que es “confusión maligna”, error y desviación; siempre surgirán problemas porque la vida es desafío y aventura; los únicos que están cómodos son los muertos.

¡Qué más podemos desear sino que se cumpla en nuestras vidas lo que está escrito : “Y el justo vivirá gracias a su fe!” (Habakuk 2 .4 )


Prestemos atención a las verdades de la sabiduría y que ella nos atraiga “luz y gracia para caminar.”(27)


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REFLEXIÓN 3



Orar, meditar, quedarse en silencio olvidado de todo y de todos; sin pensamientos que perturben, sin emociones que intranquilicen el alma, manteniéndose en actitud contemplativa sin pretender comprender esos momentos de gracia y de paz.

Se cumple así el “tiempo del espíritu”, (28) tiempo que sólo puede realizarse plenamente en soledad.



Ser mansos de espíritu no significa inoperancia e inactividad sino acordar la voluntad personal a la Voluntad del Padre para vivir de la mejor manera el Evangelio.


Ser un “muslin” (hombre santo) significa marchar por un camino de reflexión, de estudio, de elevación espiritual y anhelo de Dios para encontrar en la vida “el propósito trascendente que la santifica.”

El hombre recorre su destino con una promesa de esperanza y de salvación de la cual Dios es garante; nuestra mayor dignidad es haber sido creados a su imagen y semejanza.


La mano del Señor se posa sobre el pecho para que el corazón sea recto en justicia e intención; la mano del Señor se posa sobre la cabeza para que los pensamientos sólo se inspiren en Su Palabra; la mano del Señor sostiene en la palma para que no perdamos la esperanza y no nos rindamos a las adversidades ni vacilemos ante las pruebas.

Él no guía con vara de hierro pero tampoco es blando en la justicia; el temor no es un camino agradable al Señor; el miedo y las vacilaciones son propios de los espíritus débiles; no fueron temerosos los profetas ni lo fueron los reyes guerreros; no lo fue Abraham que levantó la mano sobre su propio hijo, ni lo fue Moisés cuando enfrentó al faraón de Egipto.

La espiritualidad islámica nos dice que “existen tres clases de adoración: la del hombre esclavo, que adora a Dios por temor al castigo del infierno; la del hombre comerciante que adora a Dios por la recompensa del paraíso y por último la del hombre libre que adora a Dios por reconocerlo como lo único digno de ser adorado.”(29)


Pureza y esfuerzo, oración y contemplación para atraer la Luz Radiante del Creador hacia la propia alma; cada acto de amor, cada esfuerzo por mejorar el mundo y la obra del hombre, hace ascender al alma a un nivel superior de riqueza espiritual y de este modo adquiere jojmá (sabiduría). Como me comporte con mi hermano, como me entregue a él en comunión de amor y servicio será fundamental para ganar el Reino.

Una sola es la verdad y uno solo el Señor que se revela.

“En estos tiempos duros no subestimes el poder de cada acto pequeño para cambiar el mundo”; (30) el Señor alegrará tu alma cada vez que hagas un esfuerzo para ir por el camino recto.

Después de todo lo que Él desea es que lo intentes una vez más.

El Señor insufla en el alma el ansia por alcanzar la plenitud, pero la respuesta es única y necesariamente del hombre.

Sentimos que en cada experiencia somos luz y sombra, locos y santos, una paradoja. Esto es bueno porque lleva a la lucha continua, a movernos de una situación a otra, a tensar siempre el arco y apuntar al centro que, por lo general, se escapa.

Aunque procuremos actuar con rectitud de intención siempre existirá la justa duda de quien se sabe imperfecto.


Entonces: ¿cuál es el anhelo del hombre?, ¿qué es lo que desea con más fervor?

Un corazón libre de lo que impida vivir con plenitud y felicidad la relación con el Señor sabiendo que nunca podrá ser el miedo un camino para llegar a Él ni podrá serlo todo lo que subyugue y oprima, asfixie, manipule y someta con el único fin de obtener poder y dominación.

Lo sagrado vive en el espíritu pero vive como luz, como fuego que templa el alma para el ejercicio de la caridad, la misericordia, la compasión y la entrega solidaria porque con la justicia cumplimos con lo legal pero con la misericordia cumplimos con el amor.

Y de eso se trata.

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REFLEXIÓN 4


Ser sabios en los asuntos del espíritu, conocer lo exterior pero lo interior también; quienes ven van primero; quienes sólo hacen gala de su razón se quedan rezagados pensando que son sabios; los que verdaderamente están en el camino se afanan en la aventura porque saben que jamás se ha entregado ningún conocimiento sin esfuerzo, perseverancia y humildad espiritual; no se atienen a dogmas ni a estatutos pues descreen de todo lo que impida el vuelo liberador del espíritu.


En lo profundo del corazón anidan la serpiente y el ángel cautivos en la carne y en continuo conflicto; con sutiles ataques, en hostilidades permanentes, cada uno intenta llevar al hombre hacia sus propios designios; inquietando el alma, oscureciendo la memoria, turbando la paz del corazón y encendiendo ardores pasionales en el cuerpo.

Gana el orgullo o la desesperación pero rara vez el ángel; el hombre se inclina más hacia el extravío, la inconstancia y la pereza que hacia las acciones virtuosas; su alma se mueve con mayor apetencia por los asuntos del mundo y es floja cuando sirve al Señor y apenas si aguanta la disciplina.


Buscar la sabiduría pero buscarla con humildad de espíritu; ocuparnos cada día en cumplir los preceptos con valentía, rectitud y alegría.

Un método es necesario, una estrategia para enfrentar los desafíos de la vida espiritual.

A veces dudamos en cuestiones de fe pero no hay que temer, eso demuestra dos cosas: que somos humanos, débiles e inseguros y que Él no puede ser conocido. Si la fe tambalea no caigamos en la desesperanza, pidamos más bien al Señor que entre en nuestras vidas con más fuerza y pasión.


No es lo mismo religión que espiritualidad; no es lo mismo aceptar reglas y mandatos que permitirle al espíritu acceder a una experiencia sensible de lo sublime despertando en el alma el ansia de reconocerse criatura hecha a imagen y semejanza del Creador. “Una relación honrada con el propio ser interior es más importante que seguir reglas exteriores” (31) aceptando estructuras osificadas y rigorismos moralistas.

La espiritualidad se relaciona con “los valores más profundos y vitales que animan a vivir y actuar;”(32) es totalizadora, tiene que ver con la superación de los dualismos sujeto-objeto; mente-cuerpo; emoción-intelecto etc. teniendo en cuenta que es el Espíritu el que opera en el corazón del hombre para producir los cambios necesarios.


Se ha dicho: “Cuando hagáis lo que es dos uno y cuando hagáis lo más interior como lo más exterior y lo que está afuera como lo que está dentro y lo que está arriba como lo que está abajo y cuando hagáis que hombre y mujer sean una sola unidad, de tal modo que el hombre no sólo sea hombre y la mujer no sólo sea mujer, cuando creéis ojos en lugar de un ojo y creéis una mano en el lugar de una mano y un pie en el lugar de un pie y también una imagen en el lugar de una imagen, entonces, seguramente entraréis en el reino” ( 33)

El Eterno no doblega su justicia ante ninguna imposición ni deseo humano.

No es fácil alcanzar una vivencia sensible de Dios porque no depende de un esfuerzo de la voluntad; algunos lo logran por santidad del alma, otros se preparan para ello con constancia en la plegaria y un ánimo libre y predispuestos al acontecimiento; una cierta expectativa es necesaria porque se trata de una acción conjunta entre el Padre y el hombre donde éste pone el esfuerzo y el Señor su gracia.

De modo que cuando el hombre es iluminado “sabe todo lo que desea saber” y su conocimiento es como una espada de fuego que destruye la mentira y el engaño.

En esto las teologías, las filosofías y los dogmas son superados por la experiencia directa y transformadora que une al sujeto libremente y en plenitud con la Fuente de la gracia Divina.


La sabiduría espiritual no puede alcanzarse por medio de la inteligencia; aun los símbolos y los mitos sólo pueden abrirnos puertas para interpretar realidades que están más allá de lo racional, pero la verdadera sabiduría se alcanza por una iluminación que es don del espíritu que es santo.

Así se cumplirá lo que está escrito: “Y lo conocerás hoy y lo asentarás en tu corazón que el Eterno es Dios en los cielos, arriba, y sobre la tierra, abajo. No hay otro.” ( Deuteronomio 4: 39 )


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REFLEXIÓN 5


Retén tu corazón;

retén tu inteligencia;

retén tu garganta;

retén tu lengua;

frena en los dientes y sólo así dirás la palabra justa.

Sosiega las manos, no hagas el gesto que se impone sin importar lo que hiere; retén la mirada de águila pues es mejor la mansedumbre de la paloma; no te detengas en tierras de infieles y que la noche te encuentre con el corazón sosegado; retén tus pasos y congrégate con los que encuentran su deleite en la ley del Señor.

Por la mañana, álzate del lecho para que puedas saludar al sol naciente; sé recto en la intención y firme como una roca en la fidelidad al Padre Madre; no te sujetes a vanidad alguna y no rindas tributo al poderoso ladino y traicionero.

Todo vendrá a ti por voluntad del Señor, y será por el agua la iniciación, luego vendrá la revelación por el fuego y el Espíritu y el Camino quedará señalado para todos. Y los que acepten la verdad sembrarán sabiduría y tendrán vida eterna.

Teme la justicia del Creador pero mucho más anhela amarlo y servirlo con el corazón y la voluntad en disponibilidad; sé limpio en el alma pero también en el cuerpo y aplica a éste las cinco maneras de cuidarlo: ayuno, higiene externa e interna, dieta, descanso y meditación.

Entra diariamente en la cámara secreta con contentamiento y coraje y escucha lo que Él tiene para decirte.

Retén tu impaciencia; silencia las voces de las exigencias; retén tu garganta y que la lengua calle cualquier ponderación; solo así dirás la palabra que será júbilo para el corazón y entrega de amor al Señor “Gran Dios y Gran Rey.”(34)


Escribirás esto para los que son dignos o sea aquéllos que han visto lo que las palabras ocultan; los que tienen la gracia de la luz, los que lograron la reconciliación de los opuestos y asumieron un estado de verdadera plenitud.

Nunca se le negó la sabiduría al hombre y continuamente se le ofrecen tesoros de entendimiento pero no verán la Luz los que posean sólo el conocimiento pero sí los que, además, sean justificados por el amor.


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REFLEXIÓN 6

(La tzedaká )



Señor: hay pobreza en el mundo, hay hambre, injusticia, desolación, porque el hombre no practica la tzedaká ( ayudar al otro) con el espíritu de tus Santos Preceptos; los poderosos se reparten bienes y honores, engañan y mienten abusando del más débil, explotan al pueblo y obligan a los pobres a volverse serviles por un mendrugo de pan; la tzedaká “es la señal distintiva del hombre justo” puesto que quien la practica lo hace con libre voluntad en aceptación del amor.

Sedientos, hambrientos, desposeídos de techo, todos buscan una ayuda en la caridad; ella enaltece al hombre que la practica. Las Escrituras nos hablan de Abraham haciendo tzedaká todas las veces que podía saliendo a los caminos para “recoger a los caminantes sedientos y cansados para ofrecerles agua, alimentos y descanso en su vivienda.” (35)


La tzedaká no se refiere solamente a compartir los bienes materiales sino que tiene que ver con la responsabilidad civil ya que ayudando al prójimo contribuyo a la convivencia social, la justicia y la paz; hacer tzedaká no es simplemente un acto de bondad, es una obligación moral y su incumplimiento podría poner en peligro todo el futuro de la sociedad humana pues lo que se niega es nada menos que el amor solidario.

Dicen los sabios judíos: “Hacer tzedaká es una mitzvá a través de la cual se adquiere mérito, felicidad y paz espiritual”; sabemos que la pobreza no va a desaparecer sólo porque lo deseemos de todo corazón ni tampoco esperando una intervención milagrosa del Creador; cada uno es responsable de la suerte del pobre y necesitado que tiene cerca, la mínima ayuda que pueda prestarle cumple con la tzedaká porque salva la dignidad del hermano.

Quien se preocupa por el prójimo expone su corazón y se desnuda de toda vanagloria.

La tzedaká exige un compromiso en la medida de lo posible para cumplir con el progreso de la humanidad en todos los órdenes: religioso, científico, moral, laboral, sindical, educacional etc. ¿acaso no se ha dicho: “Los cielos son los cielos del Señor y la tierra se la dio a los hombres”? (Salmo 115 -16)

Debemos marchar por los caminos de Dios imitando sus “cualidades divinas de compasión y benevolencia.” (36)

La tzedaká no debe ser sólo obligación sino que debe estar impregnada por el gesto de amor desinteresado, de piedad y de justicia; esto atraerá para quien la practique grandes bendiciones espirituales.



No sólo se hace tzedaká entregando dinero o bienes, tanto o más importante es donar nuestro trabajo, nuestro tiempo, nuestra palabra de consuelo o enseñanza.

Pero si creo que al practicar tzedaká pongo en aprietos a Dios para que me recompense, me equivoco, a Dios nadie lo obliga a nada; la tzedakà no es un pacto con Él; la caridad debe hacerse con desapego de toda recompensa.

Hacemos un esfuerzo al practicar caridad pero el resultado de ése esfuerzo es un regalo de Dios.

La tzedaká enriquece nuestra vida espiritual que es la Vida con mayúscula, el mayor bien del hombre; dice Juan: “El que ama su vida la pierde; el que odia su vida en este mundo la guardará para la Vida eterna.” (Juan: 12.25)

Los beneficios espirituales de la tzedakà no solo se aplican a los que todavía permanecemos en este mundo sino también por la memoria de los que ya han partido, pues dicho está:

“Más que lo que el dueño hace por el pobre, hace el pobre por el dueño.”

La tzedaká llena al hombre de felicidad, de la verdadera alegría que no puede ser menguada por los sucesos del mundo; vive como esclavo el que lo hace con egoísmo, dependiendo de los avatares de la fortuna y el éxito; pero el pródigo en la caridad vive como hombre íntegro, agradecido y justo.

El mundo da y el mundo quita pero nadie puede robar la abundancia del corazón del que es solidario, ni su felicidad ni su servicio, porque él aprendió del amor y en el mundo vive para dar testimonio con sus acciones.

Y a Él le decimos:

“Porque me diste la vida, te doy las gracias

por lo que me diste;

mientras usé las cosas que son tuyas

estuve contento;

tómalas y ponlas donde quieras que escojas,

pues tuyas son todas las cosas hasta la eternidad.”(37)


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LAMENTACIONES DE JUDAS

1


Entre extraños estoy; entre gente que me aborrece, entre desconocidos;

¿Son ellos los que se dicen mis hermanos y sin embargo me someten a juicio?

¿Son ellos los que me creen varón violento?

¿Son ellos los que me avergüenzan?

¡Qué poca misericordia muestran hacia este hijo tuyo, Señor!


¿Cómo comprender esto: “Dios otorga a cada persona su propio don?” (38)

¿Fui acaso un instrumento en las manos de la fatalidad?

¿Quién es más honorable a los ojos del pueblo? ¿El que más se enriquece? ¿El que cumple estrictamente los preceptos de la ley?

¡Pero si vemos que “los dueños de la sabiduría son humillados y avergonzados, mientras los demás gozan de vidas calmas y tranquilas.” (39)



Una noche a otra noche sucede y cada día trae su afán;

el desprecio de mis hermanos me humilla; contra mí piden violencia;

si la felicidad existe, se olvidó de mí y de mis pobres huesos;

sobre un lecho de iniquidad me tiendo; las aves anidan en mejor cobijo;

no bebo ni como el pan con mis amigos; nadie estrecha mi mano

y un manto oscuro como la noche de Egipto cubre mis afligidas espaldas.


Desarmado estoy para el combate, confundido y avergonzado; ahogo el dolor que pugna por salir de mi garganta, me encuentro perdido y oprimido por mis propias dudas y vacilaciones; deambulo como un dibukk entre malezas y rocas; el abismo me muestra su terrible belleza.

Soy como esos pecadores que cometen una maldad y enseguida ayunan; guardan silencio; se niegan a todo consuelo, se muestran arrepentidos pero días después vuelven a pecar.

Sé que el Todopoderoso es paciente con los pecadores; les ofrece nuevas oportunidades para que corrijan sus conductas y no sean avergonzados delante de la asamblea. ¿Por qué hace esto? ¿Por qué no aniquila a los malvados con el furor de su ira? ¿Por qué no destruye de raíz la estirpe de los pecadores?

No lo sé ; pero los sabios y justos han aceptado que la Verdad es imposible sin el Misterio.

Soy como polvo al viento, como un ave volando en la tormenta; gimo y retuerzo mis dedos, me han arrojado de la asamblea; no permiten que me siente junto a ellos, me aborrecen y me niegan una palabra de consuelo.

Todos hemos sido creados del mismo barro y todos somos dominados por las mismas pasiones, ruindades, mentiras, peleas, envidias; la bondad casi no existe y los hombres justos vagan por el desierto.

¿Provoqué la ira del Señor? ¿O sólo estoy en guerra con fantasmas y espíritus burlones?

¿Hay ángeles que escuchen mis lamentos? ¿O ellos sólo permanecen rodeando el Trono del Altísimo para rendirle alabanzas y adoración? Tal vez alguno de esos espíritus celestiales se conmueva con el dolor de mi corazón y haga una súplica por mí ante el Todopoderoso.



¡Oh, este mundo lleno de contradicciones! Hoy se es joven y mañana un viejo vencido por la fatiga; el hombre rico pierde su fortuna y el ladrón se convierte en un próspero mercader; los caminos están llenos de truhanes y bebedores ¿quién cumple con los preceptos? ¿qué hombre piadoso ora tres veces al día para agradar al Señor? A veces me pregunto si ya no es tarde para todo; sin embargo, hasta el último minuto de nuestra vida es importante para intentar un cambio final.

Antes de conocer al Maestro siempre tuve la sensación de que algún día me sucedería algo maravilloso; una gracia que de pronto me revelaría todos los enigmas de la creación y el significado de la vida del hombre en la tierra.

Y no me equivoqué, apareció el Maestro y su amor inefable y en la entrega que hizo por cada uno de nosotros nos enseñó que el secreto para ser plenos y felices era la práctica del amor y la misericordia. Ahora siento como si un tiempo muy antiguo hubiera pasado sobre mi alma transformándome en un hombre viejo y algo loco.


¿Si observo escrupulosamente la ley aseguro mi salvación? ¿Para qué le sirve al Señor que me mortifique y haga penitencia? ¿Verdaderamente reveló Dios al hombre los secretos de la Creación? ¿Tiene alma el mundo? ¿Sabe el hombre pecador qué le depara el destino? La verdad y el error conviven juntos y la falsía y la fidelidad también.

Los taimados engañan con labios lisonjeros y la mentira anida como una serpiente venenosa en el corazón de los poderosos; los pobres y desamparados soportan en la carne la maldad de las generaciones que los abandonan y vuelcan la copa de la misericordia; las lenguas de los inicuos hablan con voces que pretenden alabar al Señor con fingimientos; “no hay quien haga el bien.” (salmo 14. 1)



¿Puede romperse un juramento? ¿Tenderán una mesa ante mí para que pueda comer la carne del Leviatán? Si mortifico mi cuerpo mi alma sufre, ¿Eso le agrada al Todopoderoso? ¿El dolor revela la verdad al corazón? ¿Todo lo que sucede ya ha sido decretado por los poderes que gobiernan nuestra vida? ¿Y cómo se explica entonces el tema de la libertad para decidir nuestro destino? Nada es seguro, todo es resultado del esfuerzo del hombre por encontrarse a sí mismo; ponerse una meta clara, marcarse un camino, buscar ayuda, esforzarse y siempre, a pesar de todo, mantener la esperanza.

Pero estoy hecho de otra madera; frágil, inseguro, indeciso, lleno de temores, perezoso, poco hábil para la conversación y bastante arrogante.



¿Saben los cielos de nuestra existencia? Fugitivo el corazón se inquieta en un torbellino que niega la esperanza y en un intento por detener el tiempo me refugio en lo que fui antaño; evoco entonces los radiantes días en los que viajábamos con el Maestro y mis hermanos por los caminos de la Galilea, alegres y confiados, sostenidos por las palabras de sus enseñanzas y las promesas de salvación.

¿Quién puede resolver el enigma de la vida? Justos y apóstatas conviven en el mismo mundo; todos estamos expuestos a permanecer en el error, en la necedad, en el orgullo, en la obstinación y en la insensatez.


2


Roguemos a Dios para que Él nos guíe; cumplamos con sus mandamientos para santificarnos pues sólo Dios otorga el poder.

“¡Quien me diera alas de paloma para volar y descansar!” (Salmo 55 -7)

¡Oh, estas lágrimas que purifican el corazón! Grande es el esfuerzo que hago para no hundirme en la tristeza porque la tristeza no es amiga de la libertad espiritual, agobia y priva del goce de la vida.

Oro con fervor día tras día en busca de una respuesta o mejor aún, de un silencio que acalle las voces de mi cabeza que de noche me atormentan; me siento llevado de aquí para allá, zarandeado por espíritus errantes que se convocan para perturbar mi descanso.

Cuando el hombre muere se acaban para él todos sus dolores y sufrimientos.

Lucho para no sucumbir a las tentaciones del mal; a veces pienso que perdí ambos mundos por culpa de mis iniquidades; recito salmos pero aun así me atormenta la desesperanza.

Antaño, mi corazón se inclinaba hacia la molicie y la vanagloria; anhelaba ser el primero en los banquetes y reuniones y que me llamaran discípulo del Señor.



Ahora soy un anciano, un viejo de carnes enjutas y huesos endurecidos; no hay luz en mis ojos y mis dedos se cierran como si fueran garras ¿cómo sucedió esto?

Todo se nubla en mi cabeza; pienso que he llegado al final del camino y que sólo me esperan las llamas de la Gehenna; pero ¿por qué arder eternamente por pecados cometidos en esta corta vida? ¿Por qué aplicar un castigo infinito a una criatura que sólo vive escasos segundos y nada más? ¿Por qué desea esto el Todopoderoso? ¿El mal existe para siempre? ¿Cuál es la Voluntad de Él respecto a premios y castigos?

El cuerpo se vuele indócil y se revela; durante la plegaria trae memorias de la lengua, el olfato y el tacto; se inmiscuye en el corazón y desordena los pensamientos.

¡Ah, este impiadoso dolor que penetra en el corazón como una aguda flecha!

¿Quién puede saber cómo funciona la cabeza del hombre? Sólo se busca el placer, no importa el motivo ni las consecuencias.

Vivo en la contradicción, si me sucede algo bueno enseguida pienso que me caerá un infortunio; ¡si hasta he llegado a pensar en quitarme la vida!

Cuando estaba con el Maestro mis hermanos me hablaban y me daban el beso de la paz; ahora debo beber la copa del sufrimiento aceptando que mi destino fue sujetar mi voluntad a lo dispuesto por el Creador; no encuentro consuelo entre mis allegados y mis lágrimas no conmueven.

¡Que me importa a mí el juicio de los hombres sabios o la justicia de los sacerdotes del templo!

¡Cuántas veces el Maestro se rió de lo absurdo de la vida!


3



Me han llamado malvado, poseído por Satanás; mis carnes se han consumido por el rigor del ayuno, flaquean mis rodillas y vacilo al caminar; siento el corazón en un luto permanente; respiro, sí, pero ¿para quién? ¿para Dios o para el diablo?

Desde que nace el hombre sólo busca fama y dinero y así lo corrompe todo; los malvados adquieren el poder por la fuerza y la astucia y los débiles sólo atinan a lamentarse.

¿Cómo ir más allá de las palabras? ¿Cómo decir algo extraordinario? ¿Cómo hablar con elocuencia para convencer a los demás que decimos la verdad? ¡Ah, una palabra que conmueva a Dios y a los hombres, que ilumine, que sea como savia vivificadora y nos llene de esperanza!

Contra mí actúan fuerzas oscuras, sombras furtivas que se arrastran como un cortejo fúnebre; un pecado conduce a otro y así se forja una cadena de iniquidades; los demonios nos alientan a cometer transgresiones.

Gracias a la misericordia del Padre Celestial, varones justos me han dado cobijo en el monasterio más siento que mi alma se debate en continuos interrogantes.

Lo he dicho todo, mi boca está seca; a veces pronuncio palabras de un lenguaje primitivo y animal, balbuceo incoherencias y me dejo llevar por el fuego de la locura.



¡Oh, esta tristeza que me empuja hacia el mundo donde reinan el gemido y el llanto!

¡Me asaltan horribles visiones, la oscuridad me envuelve como una mortaja mientras el viento sopla sobre campos yertos donde sólo se ven osamentas de animales y el árbol de la cruz vacío ya del cuerpo del Señor; espíritus de la noche quieren convencerme que cedí a las tentaciones de Satanás; murmuran contra mí toda clase de absurdos y obscenidades; me ofrecen vino, carne y orines de perros; me provocan escozores y calambres en las piernas; sueño con dibukks de cabezas rojas y cuerpo de serpiente que beben sangre de corazones desgarrados.

¿Dónde está mi alma? ¿Qué pasará con ella después de mi muerte? ¿Descenderá a las cavernas de las regiones inferiores? ¿El muerto descansa realmente en la tumba?¿Quien puede asegurarlo?

¿El sufrimiento es una bendición porque provoca una purificación en el alma que destruye la enemistad provocada por el pecado? ¿Existe un cielo para cada uno?

¿Soy sólo un cascarón de carne? No tengo paciencia para sujetar mi voluntad, el agobio me impulsa a la pereza, sin ganas de vivir dejo pasar las horas.

Nadie eleva plegarias al Altísimo ni estudia las Escrituras; se humilla al hombre bueno y se abandona a la viuda y al huérfano; no se presta atención a las quejas y angustias de los desamparados; abundante es la cizaña en el corazón de los poderosos.


4


¿Puede un hombre solo rectificar los planes de Dios? ¿Por qué Dios creó al mundo?

¿Qué dicen los libros sagrados? ¿Conoce Dios todo lo que ocurre en cada rincón del universo? ¿Puede el caos crear algo de la nada?¿Dios trata bien a sus enemigos?

¿Podemos acaso comprender los propósitos de su Voluntad? El universo ¿no será sólo el sueño de un Dios que nos engaña con falsas ilusiones o, peor aun, de un Dios que no sabe que duerme?

¿Qué espera Él de los humanos? ¿Sólo el dolor santifica? ¿Es necesario mortificar la carne?

¿Tuvo en cuenta un plan para crear los cielos y las tierras?

El hombre debe conocer lo que verdaderamente Él desea; si hay un sentido en la creación debe revelársele; el mundo es un caos ¿ésa es Su Voluntad? ¿Por qué nos oculta su Rostro?

Que cada uno tome la iniciativa y se aventure en lo desconocido; el Señor es un Juez temible; todo ocurre en un cambio permanente porque nada está hecho para durar siempre; la loza fría cierra toda esperanza.

Si Dios me hablara al oído seguramente caería muerto y sin embargo, cuando permanece sordo a mis ruegos y guarda silencio, trato de apremiarlo para que me responda, entonces, ¿por qué me torturo con estas cavilaciones, por qué mi alma pretende milagros que le den respuestas sabiendo que eso es imposible?

¿Dónde están aquéllos que se llamaban mis hermanos con quienes compartí el trabajo y el pan de cada día? ¿Qué pruebas tienen contra mí?

¡Siento una profunda humillación; ardo en fiebre como si me hubieran arrojado ya al fuego del infierno!

¡Dios nos aplasta con su Grandeza, no podemos alzar el rostro hacia Él pues nos agobia el temor por nuestros pecados! ¡Intentar la santidad, qué ambición desmedida!


Abraham amó a Dios con una pasión sin límites; a su manera él fue un visionario y un loco sino ¿cómo se comprende que haya acatado sin titubear la orden de abandonarlo todo para dirigirse rumbo a tierras ignotas y hacia un destino incierto?


5


Un velo espeso cubre mis ojos; soy como un barco hundido en las profundidades del mar; tiemblan mis carnes; todo me es hostil y hasta un animal me intimida; recibo desprecio de continuo, sin embargo : ¿no soy de la sangre del pueblo que sufrió en Egipto?

¿Qué es esto que siento sobre mi cabeza? ¿Son pájaros de la noche que revolotean presagiando mi muerte? ¿Es acaso que estoy soñando viéndome desnudo y enjuto como rama seca? ¡Pero si aún estoy vivo! El viento de la noche se lleva mis quejas y amarguras y la ciudad Santa se presenta ante mis ojos totalmente devastada.

¿No estaré gravemente enfermo? ¿Huesos, carne, sangre, intestinos...soy sólo eso? ¿Qué valor tiene mi vida ahora que Él no está? ¡Ah, mis fuerzas flaquean y grande es mi incertidumbre!

¡Siento como si tuviera un pie sobre la tumba, el viento sopla y el polvo azota mi rostro!

Preso estoy de la angustia, ¿fue acaso mi vida un sembradero de pecados y equivocaciones o sólo fui un hombre que no supo enfrentarse a sus debilidades?

El Maestro fue el único que me confortó en mis desolaciones; tal vez mi tiempo esté llegando a su fin; mis heridas no sanarán y mis pies sólo hollarán suelos áridos; no refrescaré mi lengua con algunas gotas de agua y aunque clamo con la plegaria mis palabras suenan “como el sonido del latón o como el tintineo de un platillo.” (40)


La desgracia llega cuando uno menos lo espera, en el día del Juicio: ¿qué responderé ante el tribunal de Dios? ¿Cómo podré soportar estar frente a Él con mi iniquidad?

¿Acaso he elegido la muerte y el mal? ¿Debería poner fin a mi existencia? ¿Podemos negarnos al llanto y al dolor?

¿Resistimos al mal por la promesa de una vida futura o por cumplir con los preceptos de la ley de Dios? ¿Practicamos sus enseñanzas por amor a Él o para nuestra gratificación y vanidad?

¿Vale la pena arrepentirse? ¿Cambiaría en algo lo sucedido? ¿Este mundo es sólo un pasillo hacia la muerte? ¿Quién orará por mí cuando ya no esté?

Siento que mi sacrificio fue inútil, pero luego me digo que no es así; que todo se cumplió según la voluntad del Creador.


6



Me dejo llevar por las penas y los reproches; pierdo toda iniciativa y me abandono al correr de los acontecimientos sin oponer resistencia; uno hace un juramento para que crean en su palabra pero, ¿quién es confiable?

Sé que el Señor “sostiene a los que caen y yergue a los humillados.” (Salmo 145. 14)

Si a Él servimos debemos cantarle salmos y alabanzas.

Tan solo obedecí lo que el Maestro me ordenó; paso las horas pensando en todo lo que ocurrió y cómo mi suerte fue sellada desde el mismo día de mi nacimiento.

Verdaderamente amé al Señor y por eso acepté cumplir lo que me pidió; acepté con el corazón inflamado por un fuego interior, tan firme en la decisión que ninguna fuerza podría haberme detenido.


Acechan fantasmas en lo profundo de la noche para tentarnos con artimañas y sortilegios; Zalmaveth se lamenta mostrando su horrible rostro a través de la ventana de mi celda; ¿Por qué se habla de traición? ¿Por qué soy juzgado por un pecado que no cometí?

¿Y si la muerte sólo fuera silencio y oscuridad...qué habría de temer?

Si todo le resultara fácil al hombre, ¿creería en su Verdad? ¿Sería posible la esperanza?

Un suspiro y ya se está del otro lado; nada queda en este mundo; sólo piedras, lágrimas y olvido; la soledad de la tumba tiene en el silencio su único testigo y su memoria.

¡Y pensar que a veces creemos que el mundo discurre como lo hace por obra de nuestro poder y capacidad!

Toda revelación es terrible, la verdad desnuda es como un viento cósmico que lo arrasa todo y nos deja solos y desamparados.



7



¡Dios mío, a Tu Misericordia clamo!¡ Si al menos pudiera contemplar por un instante el rostro del Bendito; si pudiera buscar refugio entre sus brazos y sentirme confortado por sus palabras como antaño, tal vez entonces podría soportar este tormento y beber el cáliz de la amargura!

Paso mis últimos días recluido en esta pequeña celda donde oro abandonándome a la misericordia del Señor; un mendrugo de pan y un tazón de agua es todo lo que necesito; en las horas calmas del atardecer los monjes vienen a confortar mi alma y a conversar sobre los momentos finales de la crucifixión del Señor.

Sobre la mesa mi libro de oraciones permanece abierto mientras un pequeño insecto deja su minúscula huella sobre el polvillo que se ha depositado sobre las hojas, como si buscara una respuesta a los misterios de la vida entre el laberinto de letras y palabras.


A veces, con los monjes, lloramos juntos, o nos quedamos en silencio; otras veces caminamos por los jardines del monasterio observando las últimas luces del atardecer; las montañas vigilan la obra del Creador con inmutable celo; el viento acaricia nuestras túnicas como si un espíritu celestial las agitara y el cielo despejado permanece atento observando la inmensidad de lo insondable.

El Creador gobierna los poderes del universo y su Sabiduría desciende por los senderos de la misericordia; loado seas Padre por haber creado al hombre y a la montaña, al tigre y al cervatillo, al fuego de las luminarias y al rocío fresco de la mañana.


En este silencio abrumador siento como si Él fuera a revelarme la esencia de las cosas, las últimas verdades de la Creación; los mundos que respiran, las estrellas del cielo que permanecen durante el día como guardianas celosas de misterios insondables, la naturaleza que recoge en su latido íntimo la belleza de lo cambiante y singular, todo nos habla de la gloria del universo.

Cansado y abatido espero como si algo extraordinario fuese a suceder; entonces siento que estoy y al mismo tiempo no estoy en esta carne y en este tiempo y me digo que nada logrará hacerme olvidar lo que sucedió ni nadie podrá quitarme lo que me fue revelado.


Recuerdo las palabras del Maestro: “Dentro de poco ya no me veréis y dentro de otro poco me volveréis a ver.”

Y en eso he puesto toda mi esperanza.




Rabí Elimelej de Lizensk solía decir: “Estoy seguro de recibir mi minúscula parte del Mundo que ha de Venir .Cuando se me juzgue en el tribunal celestial me preguntarán:

¿Aprendiste como tenías que aprender? No-tendré que contestar-.

Y me preguntarán: ¿oraste como tenías que orar? No-tendré que contestar-.

Por último se me preguntará: ¿Hiciste el bien como era tu deber? No-diré yo-.

Y el tribunal fallará a favor de mi alma porque yo dije la verdad.” (41)





Eduardo Calabrese – 7 de junio de 2011


Las lamentaciones de Judas se publicaron en lulu.com


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CITAS


1 –Bart D. Ehrman: “La cristiandad alerta: la visión alternativa del Evangelio de Judas” Artículo publicado por Nacional Geographic en “El Evangelio de Judas” –Edición especial.

2 –Marvin Meyer: “El Evangelio de Judas” – Nacional Geographic – pág.13

3-Stephan A. Hoeller: “Jung y los Evangelios perdidos” –página 106 –Ediciones Obelisco,

Barcelona, España - 2005

4- Jorge L. Borges: “Evangelios apócrifos” –Volumen 2, página 392 – Biblioteca Personal –Editorial Hyspamérica, Buenos Aires, Argentina-1985

5 –ídem- página 667

6 –Sefer Yetsirah – página 40 –Editorial Obelisco, Barcelona, España -2008

7 –Stephan A. Hoeller: “Jung y los Evangelios perdidos” –página 9

8 –“Evangelio de Judas”

9 –“Evangelio de Judas”

10 –Stephan A. Hoeller:“Jung y los Evangelios perdidos”

11 –“Evangelio de Judas”

12 –“Evangelio de Judas”

13 –“Evangelio de Judas”

14 – Jorge L.Borges: “Evangelios apócrifos” – Volumen 1

15–Jorge L. Borges: “Evangelios apócrifos” –Volumen 2

16 –“Evangelio de Judas”

17 –Stephan A. Hoeller: “Jung y los Evangelios perdidos” –página 261

18 – “El Libro secreto de Juan” –(citado en los evangelios gnósticos en www.alcione.el)

19 –Edmond Bordeaux Székely –“ Evangelio de los esenios” –página 11 –Editorial Sirio,

Malaga, España- 2003

20 –ídem –página 14

21 –“Evangelio de Judas”

22 -Sefer Yetsirah – página 36

23 –“Relaciones judeocristianas” –www.jerolations.net

24 – Marcelo Polakoff y Rafael Velasco S.J: “En el nombre del Rabino y del Padre” –página 126 –Editorial Sudamericana, Buenos Aires, Argentina – 2010

25 –Abraham Abulafia: cita tomada en www.angeldelaguarda.com.ar -6/12/2007

26 –Stephan A. Hoeller: “Jung y los Evangelios perdidos”- página 285

27 –Citando a monseñor Jesús Sanz Montes.

28 –Carlos M. Martini: “La dimensión contemplativa” – página 6 –Editorial San Pablo, colección Programas pastorales Diocesanos – Colombia -1997

29 –Citado de un artículo publicado por el Centro Islámico de Mar del Plata.

30 –“Para el alma judía” –www.aishlatino.com 2/11/2010 -11:54 a.m.

31-Stephan A. Hoeller: “Jung y los Evangelios perdidos” – página 226

32 –“Apuntes para una ecoespiritualidad holística” –www.webislam.com -23/8/2010 05:52 p.m.

33 –“Evangelio de Tomás” –Logion 22

34 –Sefer Tehilim: “El Libro de los Salmos” -página 11 – Editorial Sigal –Buenos Aires, Argentina

35 –“Los visionarios aportes de Maimónides” –www.porisrael.org -7/10/2207

36 –“La caridad: un medio y un fin” –http//jinuj-net-04/03/2011

37 –“El Libro esenio del Maestro de Justicia”

38 –Isaac Bashevis Singer: “ Sombras sobre el Hudson” –página 38 –Editorial BS.A. España -2005

39 –Citado de www.judaismovirtual.com 7/6/2010 –05:52 p.m.

40 –“Evangelio de los esenios” –página 22

41 – “Los mejores cuentos jasídicos”: Baal Shem Tov y otros – página 35 - Editorial Longseller, Buenos Aires, Argentina -2004


Las citas del Evangelio de Judas fueron extraídas del texto publicado por Nacional Geographic bajo la supervisión de los investigadores Rudolphe Kasser, Marvin Meyer y Gregor Wurst, edición de 2006



Las lamentaciones de Judas se publicaron en lulu.com



OTRAS PUBLICACIONES DEL AUTOR


Diario “Democracia”: Artículos y comentarios sobre música – San Luis - 1963

Diario “La Opinión”: Artículos sobre historia de la música - San Luis - 1972

Diario “ La Voz de Tigre”: Artículos y comentarios sobre musicología – Buenos Aires 1993

Poema: “Esta voz mía…” Revista Virorco – Número 20 - (publicación de la S.A.D.E ) 1970 – San Luis.

Poema: “Nada está hecho para durar eternamente”- (inédito) – La Plata 1971


Poemas haiku publicados en las siguientes antologías:


“Poetas de fin de siglo” – Anuario 1998 – Ediciones del Tridente – Buenos Aires.

“El Túnel” – Revista cultural del Teatro El Quijote – N 11 – 1998 – Buenos Aires.

“Poetas de fin de siglo” – Anuario 1999 – Ediciones del Tridente – Buenos Aires.

“Río de Palabras” –Antología Literaria- Ediciones Ateneo de las Letras- 1999- Buenos Aires.

“Al fin del siglo” -Concurso Nacional de Poesía- Ediciones “Arlequín de San Telmo- marzo 1999- Buenos Aires.

“Concurso nacional de Poesía Rubén Darío”-Centro de Artes y Letras San Telmo -Ediciones Arlequín de San Telmo –noviembre de 1999 – Buenos Aires.

“Arlequín”- Revista cultural del Centro de Artes y Letras San Telmo - N 26 – 1999 – Buenos Aires.

“Antología del amor” – Editorial Red Literaria Arco Iris – 1998/99 – Buenos Aires

“Concurso nacional de poesía Olga Orozco”-. Centro de Artes y Letras San Telmo - Ediciones Arlequín de San Telmo – julio de 2000 – Buenos Aires.

“Concurso Nacional de Poesía Primavera 2000”-Centro de Artes y Letras San Telmo-

2000 – Buenos Aires.

“Primera bienal de poesía Horacio Rega Molina” – Editorial Medicalgraf S.A. – 2000 – Buenos Aires.

“El Enjambre Azul”- Revista literaria de poesía y cuento- Segundo concurso de poesía y cuento – 2001 – Buenos Aires.


Libros sobre espiritualidad cristiana:


“Reflexiones sobre lo inefable” - Buenos Aires – 2006- www.lulu.com

“Un hombre en oración” – Buenos Aires - 2007- www.lulu.com

“El Bendito” – Buenos Aires - 2008- www.lulu.com

“Himnos de Alabanzas” – Volumen 1 – Buenos Aires - 2008- www.lulu.com

“Himnos de Alabanzas” – Volumen 2 – Buenos Aires - 2010- www.lulu.com


Sobre cultura tradicional japonesa:


“Haiku” – Buenos Aires - 2008- www.lulu.com

“Exquisita sensibilidad” – Buenos Aires - 2007- www.lulu.com














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